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Criatura de la Noche: El Hombre Caimán por Mago del Trueno


Hombre Caiman

Ya en su momento hemos hablado de seres mitad animal y mitad humano, a veces esta condición es en si misma una maldición, tal el caso de la leyenda del hombre caimán, la cual es propia de Colombia, mas específicamente en la costa norte, en la población ribereña de Plato, Magdalena, dicha leyenda cuenta la historia de un hombre lujurioso que por ver desnudas a las bañistas fue condenado a quedar convertido en un ser con cuerpo de caimán y cabeza humana.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existió un pescador muy mujeriego que tenía por afición espiar a las mujeres que se bañaban en las aguas del río Magdalena. Previendo que podría ser descubierto entre los arbustos, se desplazó a la Alta Guajira para que un brujo le preparara una pócima que lo convirtiera temporalmente en caimán, para que no sospecharan entre las bañistas y poderlas admirar a placer. El brujo le preparó dos pócimas, una roja que lo convertía en animal, y otra blanca que lo volvía hombre de nuevo.

El hombre Caimán, casitado por ver a las bañistas desnudas

El disfrutó de algún tiempo de su ingenio, pero en una ocasión, el amigo que le echaba la pócima blanca no pudo acompañarlo. En su lugar fue otro que, al ver el caimán, se asustó al creer que era uno verdadero y dejó caer la botella blanca con el preciado líquido. Antes de derramarse completamente, algunas gotas del líquido salpicaron únicamente la cabeza de Saúl (que así se llamaba el pescador mujeriego), por lo que el resto su cuerpo quedó convertido en caimán. Desde entonces, se convirtió en el terror de las mujeres, que no volvieron a bañarse en el río.
La única persona que se atrevió a acercársele después fue su madre. Todas las noches lo visitaba en el río para consolarlo y llevarle su comida favorita: queso, yuca y pan mojado en ron. Tras la muerte de su madre, (que murió de la tristeza por no haber podido encontrar al brujo que había elaborado las pócimas porque había muerto), el Hombre Caimán, solo y sin nadie que lo cuidara, decidió dejarse arrastrar hasta el mar por el río hasta Bocas de Ceniza, como se conoce la desembocadura del río Magdalena en el mar Caribe a la altura de Barranquilla. Desde entonces, los pescadores del Bajo Magdalena, desde Plato hasta Bocas de Ceniza, permanecen pendientes para pescar al hombre caimán en el río o cazarlo en los pantanos de las riberas cercanas.

El monumento al hombre caimán en Colombia


Esta leyenda ha sido tan ampliamente difundida, que en Plato se celebra un festival a esta criatura, del mismo modo hay un monumento y una plaza dedicadas a esta criatura, a su vez, existe una canción dedicada a esta peculiar leyenda la cual lleva por titulo "Se va el caimán" del barranquillero José María Peñaranda.

Mil gracias por tus comentarios

Comentarios

  1. Mira! que bien…esa canción la he escuchado desde niña…pero no me sabia la leyenda. Gracias por compartir.

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